La democracia, como sistema de gobierno, se basa en la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas. Una radiografía de la democracia examina su estado actual, identificando fortalezas y debilidades en diferentes contextos globales. Factores como la transparencia electoral, la libertad de prensa, el respeto a los derechos humanos y la separación de poderes son indicadores clave de su salud. En muchos países, la democracia enfrenta desafíos como la corrupción, la polarización política y las amenazas a la libertad de expresión. Sin embargo, también hay ejemplos de resiliencia y renovación democrática, donde la participación ciudadana y las reformas institucionales han fortalecido el sistema. Esta evaluación es esencial para entender cómo puede evolucionar y adaptarse la democracia en el siglo XXI, asegurando que siga siendo un medio efectivo para representar y servir a la voluntad del pueblo.