El sistema de movilidad y gestión del transporte urbano debe priorizar los servicios públicos, el derecho de los grupos vulnerados a una circulación de calidad y sin discriminación, las modalidades sustentables y la seguridad vial.
El derecho a una vivienda adecuada comprende un espacio habitable, cuya tenencia sea segura y posibilite el acceso a infraestructura y servicios básicos. Debe garantizarse más allá de los recursos económicos de las personas.