Resulta inaceptable que se reiteren, como todos los veranos, las denuncias por cortes e interrupciones del servicio, deficiente atención de los reclamos y falta de respuestas recién al primer día de la ola de calor prevista para esta semana.
Como todos los años, la Defensoría ya cursó los correspondientes oficios, pedidos de informes y recomendaciones a los titulares de las empresas y a los organismos públicos de control a efectos de extremar las medidas que posibiliten contar con un servicio imprescindible para la mínima calidad de vida que merecen los usuarios y que hace al ejercicio de derechos humanos.
La institución ha reiterado las intimaciones del caso, con especial hincapié en la difícil situación que atraviesan las personas como efecto de la pandemia, lo que exige todavía más que los responsables de las distribuidoras eléctricas estén a la altura de las circunstancias.