Las personas mayores tienen derecho a vivir con dignidad y autonomía. Es fundamental su valorización, participación e inclusión plena en la sociedad. Las políticas de cuidado y la atención de su salud son prioritarias.
El derecho a una vivienda adecuada comprende un espacio habitable, cuya tenencia sea segura y posibilite el acceso a infraestructura y servicios básicos. Debe garantizarse más allá de los recursos económicos de las personas.